Os traigo un auténtico objeto imposible.
¿Parece bastante normal, verdad?
Aunque a primera vista parecen algo absolutamente normal fueron descubiertas en un estrato geológico ¡de nada menos que 2.800 millones de años!. En su superficie perfectamente pulimentada se pueden observar tres líneas equidistantes las unas de las otras con milimétrica precisión. Para la ciencia oficial, estos objetos son ignorados o clasificados como un capricho de la naturaleza: para otros, no dejan de ser unos objetos perfectamente manipulados y elaborados para una función que hoy en día desconocemos, en un tiempo en el cual se acepta normalmente que el hombre no había hecho acto de presencia.
Fueron encontradas en un depósito mineral precámbrico por mineros sudafricanos de la mina de plata de Gestoptefontein, (próxima a la ciudad de Ottosdal), y su número es bastante elevado: se pueden ver hoy en día en los museos de Klerksdrop y Soweto (Sudáfrica)
El tamaño de estas esferas oscila entre los 3 y los 8 centímetros de diámetro, alojando algunas de ellas en su interior un material esponjoso que se desvanece con enorme facilidad al seccionarlas y quedar en contacto con el aire. Su exterior está formado por una aleación de acero y níquel de gran dureza, llamando poderosamente la atención las finas líneas o surcos que rodean las esferas dividiendo en dos partes iguales a las mismas. Durante las pruebas de laboratorio a las que fueron sometidas, se pudo precisar que estas extrañas esferas metálicas estaban perfectamente equilibradas, hasta tal punto que, excedían el límite de exigencia que los ingenieros de la NASA aplicaban al diseño de los giroscopios que fabricaban para los sistemas de dirección de sus naves espaciales. ¡El nivel de balanceo de algunas de estas esferas alcanza cien milésimas de pulgada!, un logro que hoy en día se puede alcanzar sólo y exclusivamente en laboratorios muy especializados y bajo condiciones de gravedad cero.
Hace millones de años, el hombre ascendió a la gravedad cero…¿O fue otra cosa?
Todos estos datos descartaban un origen natural de las esferas, como algunos investigadores inicialmente habían teorizado y abría una incomoda vía de investigación.
Para ahondar mucho más el enigma, los mineros sudafricanos atestiguaron que estas esferas son tan abundantes que, desde hace mucho tiempo han sido halladas y deschadas. Asimismo, se han reportado en diferentes ocasiones robos a los museos que las custodian: según se sabe, entre los brujos sudafricanos, estas enigmáticas esferas son muy preciadas, ya que les atribuyen tremendos poderes mágicos,… Otras esferas han ido a parar a manos de coleccionistas particulares e incluso algunas viajaron para un estudio más detallado al Instituto del Espacio de California pero, ni unos ni otros han sido capaces de emitir un informe en el cual aparezcan las respuestas que den una explicación lógica a la existencia de estas esferas. ¿Quién, cuándo y con qué fin fueron realizadas? ¿Quién estaba en disposición hace millones de años de la tecnología necesaria para poder fabricar las esferas?
Lo mejor de todo es que Sudáfrica no es el único lugar con recuerdos millonarios.
Bastante parecida ¿verdad? Parece que la esfera lineada era una forma muy de moda en aquellos tiempos…
Esta pieza fue encontrada en el año 1975 al oeste de Ucrania en el interior de una cantera de arcilla a ocho metros de profundidad. Que la última vez que miré un mapa estaba como a un continente de distacia de Sudáfrica… Lo primero que llamó la atención del trabajador que la encontró fue su forma anormalmente regular para haber estado situada en una capa arcillosa que podría rondar los 10 millones años.
Parece que los diamantes no son los úicos tesoros que puede encontrar un minero…
Al golpear el objeto no lo partió pero sí se desprendió una pequeña lasca permitiendo ver el interior compuesta por una sustancia semejante al cristal, aunque no tan sensible al aire como las de sus parientes sudafricanas. El hombre agarró esa piedra y la llevó a su casa. Allí consideró que su joven hijo disfrutaría más que él con el misterioso «juguete» y sin pensarlo dos veces se lo regaló. El niño inconsciente de lo que tenía en sus manos lo dejó en el colegio y allí un profesor intuyó que se trataba de algo más que una simple roca.
La esfera pasó unos años en el museo de la localidad hasta que cayó en manos de un miembro del Instituo de Física de la Tierra de la Academia Rusa de las Ciencias, el profesor Boris Nikolayevich Naumenko, para luego hacer se cargo de la investigación el doctor Menkov, del Instituto de Física de Moscú, y su colega Valentín Fomenko, de la Asociación Industrial y Científica «Soyuz».
Parte del informe de la investigación en concreto.
Y aquí viene la parte verdaderamete inquietante…los resultados de la investigación.
La esfera tiene forma ovoide, el eje de simetría mide 8,75 centímetros, y el diámetro perpendicular de mayor longitud es de 8,47 centímetros. Su peso es de 617,22 gramos. Su densidad, de 1,934 gramos/centímetro cúbico es inferior a la del cristal, el cuarzo o la obsidiana.
Los estudios geológicos de antigüedad y el estudio de los estratos donde fue encontrada, dataron la piedra en una época cercana a los 10 millones de años de antigüedad. Efectivamente, la del yacimiento de arcilla donde fue encontrada.
El doctor Formenko llevó a cabo, con una unidad industrial de rayos X RUP 150/300, una radiografía de la esfera, comprobando que el núcleo, semejante a medio huevo, poseía una densidad menor que cero, es decir, se trataba de una masa negativa.
Bien. A cualquier mente mundana como yo y probablemente como tu eso de masa negativa le sonará a un cuento chino imposible. Si algo pesa, pesa y tiene masa. Si no pesa, no tiene masa (o tiene muy poca, en realidad). Pero…¿masa negativa?
Pues bien, no solo es un concepto teóricamente posible (y ahora también físicamente) sino que muchos lo relacionan con la antimateria. ¿Que es esto?
En física de partículas, la antimateria es la extensión del concepto de antipartícula a la materia. Así, la antimateria —una forma de materia menos frecuente— está compuesta de antipartículas, mientras que la materia común está compuesta de partículas. Por ejemplo, un antielectrón (un electrón con carga positiva, también llamado positrón) y un antiprotón (un protón con carga negativa) podrían formar un átomo de antimateria, de la misma manera que un electrón y un protón forman un átomo de hidrógeno. El contacto entre materia y antimateria ocasiona su aniquilación mutua. Esto no significa su destrucción, sino una transformación que da lugar a fotones de alta energía (rayos gamma) y otros pares partícula-antipartícula.
– Wikipedia.
¿Estaban ante la primera muestra de antimateria de la historia?
Durante muchos años, decenas científicos han intentado crear de forma artificial núcleos de antimateria en laboratorios, pero nadie lo ha conseguido hasta el momento. Uno puede entenderlo si llega a la coclusión de que podría ser una de las fuentes de energía más poderosas de la historia.
Los datos antes expuestos, unidos a que su supuesta antigüedad, están muy lejos del alcance de cualquier actividad humana, deja abierta la posibilidad de que fuera construida por una civilización desconocida hasta la fecha.
Obviamente, si se especula con la probabilidad de que la masa del núcleo sea negativa, los doctores rusos han llegado a plantear la hipótesis de que se trate de un depósito de antimateria, empleado –siempre hipotéticamente– como una fuente de energía. A mi más que hipotéticamente, me parece una más que obvia batería de algo sumamente grande…Y no puedo dejar de pensar en las grandes naves y en el astronauta de Kiev y hombres del espacio tirado sus pilas gastadas en algún suelo arcilloso, por que su antimateria ya reaccionó completamente y se gastó. Parece que hace millones de años un hombrecillo verde no fue muy verde en terminos de reciclaje…
La próxima nave que mandemos, con esto grabado en el dorso, por favor…
La piedra se sigue estudiando, aunque por el momento, nadie se atreve a dar un veredicto sobre su procedencia o el posible uso que se le diera a este objeto. Todo son suposiciones ante una muestra más, bastante clara, de que hace millones de años, otras civilizaciones caminaban por nuestro planeta.